Algo resuena

 La niña sigue dentro de su armadura. Distraída con nuevas emociones, pero siempre pendiente de su entorno. Algo la distrajo. 

De nuevo esos pasos junto a ella. Resonaban a lo lejos, entre la multitud. Esos pasos que ignoraron su presencia. La niña quiso ponerse en pie, pero su armadura no le permitió avanzar. Su armadura la protegió una vez más, pero le dejó una sensación extraña en la boca. Sabía a óxido, se sentía pesada.

Desde ese momento se ha vuelto experta en reconocer aquellas pisadas, cada vez más cercanas. Sus pies cambian de dirección a la misma vez que sus ojos buscan un resquicio de apertura en la comisura de los metros que los separan.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Pronombre personal

Armadura