Soy
Soy esa que lleva las botas desgastadas y la mochila abierta. Esa que se despista al escuchar música por la calle y se marca unos pasitos de baile. Esa que aprendió a mirar para arriba y a apreciar lo que las ciudades esconden más allá de la primera planta. Soy esa que llora en soledad y ríe en compañía. Esa estúpida incapaz de controlar las emociones y termina enredándolas, como si de un cable de auriculares de tratasen. Esa a la que se le hace bola la carne y la vida. Soy yo, con 28 años y una serie de responsabilidades que llegaron demasiado rápido, o tal vez fui demasiado lenta para atenderlas. Al fin y al cabo. Soy.