La muralla, que siempre se había erigido ante ella grandiosa y victoriosa,  había dejado caer fragmentos de sus sólidos muros.
Algunos rayos de sol,  débiles y tímidos,  se asomaban a través de sus grietas para dejar evidente su maltrecho estado.

Al mirarlo con otra perspectiva,  se dio cuenta de la maleza que rodeaba aquella construcción, volviendola débil.  ¿Tal vez ella regó algunas de esas ramas? ¿Era hora de reconstruir sus piezas o de dejar ver lo que sus ladrillos escondían?

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